Dr. Modesto Carlos Rubio [ Departamento de Farmacología. Facultad de Farmacia y Bioquímica.UBA ]
La especialidad farmacéutica Genérica se define como una especialidad con la misma forma farmacéutica e igual composición cualitativa y cuantitativa en principios activos con otra especialidad de referencia, cuyo perfil de eficacia y seguridad esté suficientemente establecido por su continuado uso clínico. La especialidad farmacéutica genérica debe demostrar la equivalencia terapéutica con la especialidad de referencia mediante los correspondientes estudios de equivalencia.
Posteriormente a la demostración de equivalencia se la considera intercambiable. Se produce después de la expiración, renuncia o la ausencia de la protección de la patente.
Como se observa la base de la seguridad de una formulación genérica es la realización de los estudios de bioequivalencia. En realidad lo que se realiza es un estudio de biodisponibilidad relativa que se basa en la realización de estudios clínicos donde o se demuestra la similitud de los perfiles plasmáticos o urinarios de la droga luego de recibir ambas formulaciones (test y referencia) o también puede compararse la respuesta farmacológica o la respuesta clínica ante ambas formulaciones.
La biodisponibilidad de una sustancia esta definida como la velocidad y cantidad de la sustancia que alcanza el sitio de acción o en su defecto el torrente circulatorio.
El estudio clásico de bioequivalencia implica la comparación del perfil plasmático del fármaco en estudio luego de la administración de las formulaciones test y referencia a la misma población de voluntarios sanos. De este perfil plasmático se presta especial atención a tres parámetros que son el valor máximo plasmático (Cpmax), el tiempo al cual se produce este pico plasmático (Tmax) y el área bajo la curva (ABC). El primero de los parámetros Cpmax depende de la la velocidad de ingreso de la droga al organismo y de la cantidad que lo logra. El Tmax depende solamente de la velocidad de entrada al organismo y por último el ABC depende solamente de la cantidad de sustancia que llega al sitio de acción o a la circulación sanguínea. Cuando la relación de estos valores tienden a un valor de 1, decimos que las formulaciones test y referencia son equivalentes. Esta demostración se realiza por estudios estadísticos específicos. Los análisis estadísticos pueden ser de bioequivalencia media, poblacional o individual.
¿Por qué muchas veces los equivalentes farmacéuticos no son equivalentes terapéuticos?. En este caso debemos reconocer que las diferencias entre ambos productos, por tratarse del mismo principio activo, debe estar en la materia prima o en la tecnología farmacéutica aplicada en su elaboración. En cuanto a la materia prima diríamos que los factores más importantes podrían ser: el tamaño de partícula, la salificación, grado de hidratación, presencia de polimorfos cristalinos, riqueza relativa de isómeros ópticos . En cuanto a la formulación diríamos que el contenido de excipientes en sus aspectos cuali y cuantitativos así como la tecnología farmacéutica aplicada son cruciales en la obtención de un genérico bioequivalente.
Dada la importancia entonces de estos aspectos en la calidad del producto final es que el proceso de elaboración debe ser controlado en todo su desarrollo para lo cual son sumamente útiles los estudios de disolución. Por otra parte el cumplimiento de normativas GMP (Buenas Prácticas de Manufactura) garantizará el mantenimiento de la calidad del producto.
Por último, debemos señalar que la decisión de si un producto genérico es bioequivalente e intercambiable o no es una decisión importante que afecta al laboratorio responsable de la manufactura y, lo que es más importante, a los derechos y a la salud del consumidor.
Recordemos que una política de genéricos se basa en la intercambiabilidad, y ésta en el criterio de bioequivalencia, sino estaremos comparando precios de dos productos con calidades distintas lo cual no es válido.
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